Técnicas apropiadas para la edad: técnicas y lenguaje adecuados para el nivel de desarrollo del niño. Esto puede incluir narración de cuentos, juegos imaginativos y visualizaciones que resuenen con los intereses y la comprensión del niño. Entorno seguro y cómodo: es fundamental crear una atmósfera segura, de confianza y no amenazante. Interactuar con el niño de una manera lúdica y de apoyo, asegurándose de que se sienta seguro durante toda la sesión. Colaboración con los padres: la participación de los padres suele ser parte del proceso, ya que a veces los padres están presentes durante las sesiones o se les informa sobre las técnicas y el progreso. Esto ayuda a reforzar los cambios positivos y a apoyar al niño fuera de la terapia.